SALT LAKE CITY (DESERET NEWS) - El Libro se encuentra normalmente en un cuarto, en una habitación oscura, con un nivel de humedad y temperatura controlada. Se considera como un “libro preciado” de casi dos siglos.
Pero el domingo, el Elder Jeffrey R. Holland habló sobre el poder del Libro de Mormón, durante la Conferencia General Semestral Número 179 de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con ese mismo libro en las manos.
Con su poderosa voz, Elder Holland explicó que este libro era el que había sido utilizado por el Hyrum Smith, hermano de José Smith, fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como una fuente de poder al enfrentar su “inminente martirio” en 1844.
Para garantizar la conservación del libro, es almacenado donde se prescriben las condiciones y se cambia raras veces. Quienes controlan este proceso suelen usar guantes.
Richard E. Turley, historiador y registrador de la Iglesia señaló –“Cuando el Elder Holland quiso usar el libro en su discurso en la Conferencia General, preguntó a los historiadores como él debía manipular el texto por su antigüedad. Debido a que los guantes hacen que las manos sean menos agiles, a veces conduce a lágrimas accidentales, se le dijo simplemente que sus manos estuvieran limpias.
Este libro es maravilloso – de cuero enlazado con figuras de oro en sus bordes y sellado en su cubierta y lados. Pero es el interior que lo hace realmente increíble, dijo el hermano Turley, quien es considerado un experto en el libro.
Dentro del libro, en sus 610 páginas se encuentran marcadas por Hyrum Smith el día que él y su hermano José Smith dejaron en la cárcel de Cartaghe, donde más tarde él y su hermano serían asesinados por una turba. Joseph F. Smith, hijo de Hyrum Smith, que se convertiría más tarde en Presidente de la Iglesia, escribió una nota en la cubierta trasera, indicando que su padre tomó el libro de un estante dos o tres días antes de ir a Cartaghe y leyó los pasajes marcados el día de su partida.
El libro había viajado unos días antes de llegar a la casa de Hyrum Smith en Nauvoo, Illinois. Es una primera edición procedente de Europa en 1841, donde los miembros el Quórum de los Doce están cumpliendo una misión en Inglaterra. La impresión fue diseñada para hacer que el libro fuera más accesible a los miembros de la Iglesia en Inglaterra. Los misioneros viajaron al extranjero en 1839 y bajo la dirección del Profeta José Smith fueron capaces de imprimir copias del Libro de Mormón, señaló el hermano Turley.
“Tuvo que suceder en Liverpool, un lugar maravilloso para publicar. Aún los volúmenes de menor calidad se hacían con altos estándares. Este es un volumen notable”.
Los Historiadores de la Iglesia asumen que el volumen fue traído por uno de los Apóstoles y entregado a Hyrum Smith. Finalmente terminó en posesión de las manos de Mercy Thompson, la hermana de la esposa de Hyrum Smith, Mary Fielding Smith. Los miembros de la familia Thompson mantuvieron el libro hasta 1944, agregado a su valor haciendo para la Iglesia “un volumen autografiado por líderes de ella”.
“A menos que estos volúmenes sean colocados en instituciones, se inicia el deterioro y se puede perder”, la familia decidió que este volumen era demasiado importante para mantenerlo en su colección personal.
Mientras que a su significado histórico se agrega su valor, el hermano Turley señaló que hay un segundo volumen que posee la Iglesia que es “casi idéntico”. Los propietarios de los libros originales después de escuchar la historia doblaron la misma página Señaló que la importancia del libro real y el testimonio que lleva consigo no pueden ser subestimados.
“Es un libro que nos da fe de muchas maneras. De los profetas históricos que escribieron el libro, el testimonio de José y Hyrum que fueron martirizados, el testimonio de quienes firmaron en años posteriores, el testimonio más reciente de un Apóstol viviente, es una cadena de testimonios”.
Al tratarse de un libro valioso le da un reconocimiento d escritura que espera que se extienda a otros.
“Me preocupa que estas escrituras de tan fácil acceso hoy, a veces no la consideremos como tal. Cada vez que tomo este libro me recuerda el sacrificio que lleva consigo para nosotros. Y espero que en nuestras propias vidas, valoremos nuestras escrituras en la forma que el testador lo hizo”.
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