Hermano Adrián Ochoa y su esposa
(CHURCH NEWS) – Hay una razón por qué Adrian Ochoa puede desplazarse cómodamente entre la gente de diferentes culturas, lugares, empresas. El Reciente Segundo Consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, él mismo, es un producto de diversos mundos.
Sí, nació en San Francisco y pasó parte de su juventud en Los Ángeles, hablando inglés y experimentando las oportunidades y desafíos ofrecidos por una vasta ciudad. El también llama a las comunidades rurales de Chihuahua, México, su casa de segunda infancia. Fue allí que con sus abuelos de habla hispana que montó a su caballo, se adiestro con su perro y respire un aire diferente.
El dice –“Estaba en contacto con personas muy humildes. Aprendí a entender a todo tipo de personas”. Entre sus dos mundos de Los Ángeles y Chihuahua.
El Presidente Ochoa tiene un conocimiento personal de los que son menos actives en la Iglesia y la necesidad de encontrar un guía o un amigo.
La abuela del joven Ochoa era un miembro activo de la Iglesia y enseñó a su nieto sobre los principios del evangelio. Se bautizó cuando tenía ocho años, pero nunca estuvo involucrado en la Iglesia mientras crecía. El tenía 25 años, viviendo en México cuando se hizo amigo de los misioneros. A pesar de su edad, Adrian ya era un prospero hombre de negocios, supervisaba a más de 200 empleados. Aún así, él no olvidaba las enseñanzas del evangelio de su abuela.
Instado por los misioneros, Adrian leyó el Libro de Mormón por primera vez. El se conmovió por las enseñanzas de un antiguo profeta acerca de la humildad en Alma 32:15 –“Sí, el que verdaderamente se humilla y se arrepienta de sus pecados, y persevere hasta el fin, será bendecido”.
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