“Ustedes son escogidas. Ustedes son hijas de Dios. Son una generación de mujeres jóvenes que son parte de Él. Deben tener el coraje de “levantaos y brillad, para que vuestra luz sea un estandarte a las naciones” (Doctrina y Convenios 115.5).
Hablando durante la Reunión General de las Mujeres Jóvenes el 27 de marzo, la hermana Dalton señaló que el mundo tiende a hacerles creer que no son importantes, que están fuera de moda y de toque.
“El mundo da voces antes ustedes de “vivan así”, “prueben todo”, “experimenten y sean felices”. Por el contrario el Espíritu Santo y el Señor las invitan a andar “por las sendas de la virtud…desecharás las cosas de este mundo…adhiérete a los convenios” (Doctrina y Convenios 25:2,10,13).
La hermana Dalton pidió considerar que este es un momento magnifico de estar en la tierra y ser una mujer joven, “Nuestra visión es la misma. Es ser digna y hacer convenios sagrados y recibir las ordenanzas del Templo. Este es nuestro objetivo extraordinario”.
“Ustedes son mujeres jóvenes de gran fe. Trajeron su fe consigo cuando vinieron a la tierra. Y ahora están aquí para hacer por lo que han sido preservadas y preparadas para hacerlo”.
La hermana Dalton señaló que ella siempre ha amado la historia del hijo del rey Luís XVI de Francia, quien como joven fue secuestrado por hombres malvados que destronaron a su padre. Los hombres sabían que podían destruirlo moralmente, él no sería heredero al trono. Por seis meses se le sometió a cada cosa vil, pero él nunca accedió.
“Esto confundió a sus captores y después de hacer todo lo que pensaban, le preguntaron porque tuvo tal fortaleza. Su respuesta fue simple. Dijo “Yo no puedo hacer lo que ustedes piden, porque yo nací para ser un rey”.
La hermana Dalton les dijo a las jovencitas que como el hijo del rey, ellas han: –“heredado un derecho de nacimiento real. Cada una tiene una herencia divina. Ustedes son literalmente, las hijas reales de Nuestro Padre Celestial. Cada una de ustedes nació para ser una reina”.
El mundo pone tanto énfasis en el atractivo físico.
“El Señor podrá decirle a cada una que son hermosamente únicas. Que son virtuosas, castas y moralmente limpias, su belleza interior resplandece en vuestros ojos y en sus rostros. Cuando usted es digna de la compañía del Espíritu Santo, están seguras y su belleza interior brilla intensamente”.
Ella les pidió a toda la Congregación en el mundo “Mirar el espejo de la eternidad”.
“Recuerden quienes son. Véanse a sí mismas como las ve Nuestro Padre Celestial. Ustedes son elegidas, Ustedes son de noble nacimiento. No pongan en peligro su herencia divina. Nacieron para ser reinas. Vivan para estar dignas de entrar al templo y recibir “todo lo que el Padre tiene” (Doctrina y Convenios 84:38).
Desarrollen la belleza profunda. No hay nada más bello que una mujer joven que se ilumine con la luz del espíritu, que les brindará seguridad y valentía, porque ella es virtuosa”.
“Recuerden que son hijas de Nuestro Padre Celestial. El las ama tanto que envió a Su Hijo para mostrarles el camino de vivir en la manera que les hará volver a El algún día”.
¿Nunca se han desalentado y sentido miedo al enfrentar un reto mucho más allá de su capacidad? ¿Alguna vez han deseado renunciar?, preguntó la hermana Mary N. Cook, Primera Consejera de las Mujeres Jóvenes reunidas en el Centro de Conferencias.
La hermana Cook señaló a las mujeres jóvenes. –“Mi consejo es similar al dado por Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial: Nunca, nunca, nunca se den por vencidas”.
La hermana Cook les dijo a las mujeres jóvenes que esta fortaleza:-“tendrá gran coraje, pero si tienen el plan de salvación”.
Les habló acerca de tres cosas que las mujeres jóvenes pueden hacer para ayudarles a seguir el plan y ser una hija valiente y virtuosa de Dios. En primer lugar deben obtener un testimonio fuerte, paso a paso”.
Ella citó del folleto Para la Fortaleza de la Juventud que indica que un testimonio se fortalece gradualmente “Nadie recibe un testimonio completo todo a la vez”.
“El Progreso Personal proporciona una vía maravillosa para alimentar tu testimonio paso a paso. Las experiencias de valor y los proyectos son pequeños pasos que nutren tu testimonio de Jesucristo al aprender de sus Enseñanzas y aplicarlas con regularidad en sus vidas”.
La segunda cosa que las mujeres jóvenes pueden hacer para seguir el Plan de Dios consiste en buscar la ayuda de otros que les apoyarán en su decisión de seguir el plan. Citando del Manual del Progreso Personal de las Mujeres Jóvenes: -“Miren a su Padre Celestial por medio de la oración. Ustedes son sus hijas. El las conoce y les ama. El escucha y responde sus oraciones”.
La hermana Cook señaló que podrá haber veces cuando las mujeres jovenes cometan errores o tomen un camino equivocado, citó del manual del Progreso Personal que dice que: -“debido al amor del Salvador por ustedes, ha dado su vida en por ustedes, ustedes pueden arrepentirse. El sacrificio expiatorio del Salvador ha hecho posible para nosotros poder ser perdonados de nuestros pecados”.
Los Profetas de los Últimos Días, las familias y los buenos amigos pueden apoyar a las mujeres jóvenes en su decisión de seguir el plan.
Finalmente, vivan dignamente de la compañía del Espíritu Santo que ayudará a las mujeres jóvenes a seguir el plan.
“Ustedes necesitan esa paz y seguridad dada por el Espíritu Santo cuando Satanás intente confundirlas con vientos de dudas, cuando estés tentadas a tomar otro camino, o cuando otros sean crueles o se burles de sus creencias”.
La hermana Cook finalizó sus palabras diciendo. –“Testifico que si ustedes hacen estas cosas, el Señor estará con ustedes y podrán permanecer en el camino que les conduce al Templo y a la vida eterna. Sean fuertes y valientes, y nunca, nunca, nunca se den por vencidas”.
La Hermana Ann M. Dibb, Segunda Consejera de las Mujeres Jóvenes comenzó su discurso dando un contexto histórico al tema de la Reunión General de las Mujeres Jóvenes en Josué 1.9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”.
La hermana Dibb explicó que Josué fue un Profeta llamado por Dios para ayudar a los hijos de Israel a completar su “viaje milagroso” después de vagar por el desierto por cuarenta años”.
“el liderazgo de Josué fue enormemente necesario, porque todavía había muchos ríos que cruzar y batallas para ganar antes de que el Señor diera todo lo que había prometido que los hijos de Israel podrían realizar y obtener”.
Josué y los hijos de Israel fueron capaces de heredar la tierra prometida “mediante su coraje y obediencia”.
“En nuestros días, también luchamos por entrar a la tierra prometida. Nuestro mayor objetivo es obtener la viva eterna con Nuestro Padre Celestial”.
La hermana Dibb habló de cuatro guías encontradas en el primer capítulo de Josué que puede ayudar a las mujeres jóvenes a superar los obstáculos, completar su viaje y disfrutar de las bendiciones del Señor en su “tierra prometida”.
La primera guía s encuentra en el verso 5 cuando el Señor promete a Josué “no te dejaré, ni te desampararé” .
“Podemos encontrar coraje y fuerza en esta promesa que el Señor siempre estará con nosotros y no nos dejará solos. Como una de sus hijas preciosas, tienen acceso a Su garantía y orientación por medio del poder de la oración”.
La segunda guía se encuentra en el versículo 7 tal como le dice el Señor a Josué de “hacer conforme a toda la ley…no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que prosperes en todas las cosas que emprendes”.
“El Señor está instruyendo a Josué a ser estrictamente obediente a los mandamientos y a no desviarse de la ruta de acceso al Señor”.
El verso 8 revela la tercera guía cuando el Señor se refiere al “libro de la ley” y manda a Josué “meditarás en él”.
La hermana Dibb explicó que: -“El Señor está instruyendo a Josué y a nosotros a leer las escrituras. Estudiar diariamente las escrituras, especialmente leer el Libro de Mormón, establece una base firme para desarrollar un testimonio de Jesucristo y Su evangelio”.
Finalmente, la cuarta guía se encuentra en el verso 16 como los hijos de Israel responden a las palabras de Josué diciendo: -“Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos a dondequiera que nos mandes”.
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