SANTIAGO DE CHILE; Noviembre 2009 - La Presidenta General de la Sociedad de Socorro estuvo en Chile cuatro días, visitó dos ciudades y entregó tres desafíos a las hermanas.
Cuatro días en Chile bastaron para que la Presidenta General de la Sociedad de Socorro, Hermana Julie Beck, encantara a los chilenos con su simpatía, sencillez y su profunda espiritualidad.La Hermana Beck sostuvo reuniones con líderes locales del Sacerdocio y con hermanas de la Sociedad de Socorro. Además, visitó las ciudades de Concepción y Santiago, acompañada de los miembros de la Presidencia de Área Chile y sus esposas. En Santiago, efectuó una capacitación que fue transmitida desde la Estaca La Reina a todo el país.La hermana Beck se encontraba feliz de estar en nuestro país, ella comentó: "hace tiempo tenía la idea de venir a Chile pero no se por qué. Es un país que está dentro de mis asignaciones, pero antes no había podido venir por temas de agenda, incluso una de mis consejeras lo hizo, y a pesar de eso, de todas maneras quería venir". Aunque nunca había estado en Chile, nos cuenta que conocía bien el trabajo de la Presidencia del Área Chile; por eso, como Presidenta de la Sociedad de Socorro pensé que podía ayudarles algo en su trabajo y vine a fortalecer a las hermanas", comentó sobre los motivos de su viaje.En su reunión con las hermanas de la Sociedad de Socorro, la Presidenta General de la organización recordó que los propósitos de ella, son aumentar la fe y rectitud de las mujeres, fortalecer a la familia y al hogar y servir al Señor y a sus hijos.Entre otros de los asuntos importantes que fueron tratados en esta reunión, la hermana Beck planteó tres importantes desafíos a las hermanas chilenas, relacionados con el logro de estos objetivos: El primero, dijo, es preparar más misioneros, para lo cual llamó a las hermanas a contar con un plan de acción que establezca las metas familiares y las actividades que se desarrollarán para lograrlas. En este punto mencionó la importancia de la oración familiar, la lectura diaria de las escrituras y la asistencia semanal a la Iglesia. "Creo que podemos aumentar nuestra asistencia y el número de misioneros de tiempo completo, sé que las mujeres en Chile se caracterizan por ser miembros muy fieles y sé que toda esa energía puede ayudar a que los chilenos sean un gran ejemplo para la Iglesia a nivel mundial", aseguró.En segundo lugar, se refirió a la importancia de que cada miembro de la Sociedad de Socorro se preocupe por traer de regreso a una hermana que se haya alejado de la Iglesia, trabajando con ella para darle amor e invitarla a volver a Cristo.Finalmente, la Hermana Beck instó a todas las hermanas a obtener una recomendación para el Templo y a utilizarla frecuentemente.Las cosas simplesEn su encuentro con líderes del Sacerdocio y presidentas de la Sociedad de Socorro, la hermana Beck insistió sobre la necesidad de hacer "cosas simples" en los hogares de los miembros de la Iglesia para lograr las metas de las familias.Además, enfatizó la importancia de las madres en la vida de las personas y dio respuesta a una serie de inquietudes relacionadas con el funcionamiento de la Sociedad de Socorro, planteadas de forma interactiva por los asistentes a la capacitación, a quienes llamó a guiarse por la inspiración. "Los insto, además de conocer y aplicar los manuales, a utilizar más las escrituras y la inspiración. Es importante recordar que todos los llamamientos tienen el mismo propósito: somos ayudantes del Padre Celestial para que sus hijos lleguen a la Vida Eterna; a veces estamos muy preocupados de las reglas, pero lo más importante es recordar que la Sociedad de Socorro existe para capacitar y "entrenar" a las madres" comentó.En su contacto directo con hermanas chilenas, la hermana Beck tuvo retroalimentación del desafío planteado y aseguró que las líderes de la Sociedad de Socorro están cada vez más preocupadas de entregar herramientas que apoyen el trabajo diario de las hermanas para el logro de sus desafíos.En cuanto a la forma de cumplir exitosamente con la asignación que planteó a los chilenos, la hermana Julie Beck entregó un consejo especial: "Creo que cada tarea que se nos plantea, si está acompañada del Espíritu Santo, es algo fácil de cumplir. Cualquier asignación sin el Espíritu es una carga. Entonces, el lograrlo depende de cómo las hermanas se aproximan a esta tarea. Por supuesto que no podemos hacer todo lo que tenemos que hacer nosotros solas, cualquier hermana que ve su lista de responsabilidades diarias cuando se levanta por la mañana, se abruma fácilmente. ¿Cómo se logra el éxito entonces? Porque el Señor lo hace posible. De esta manera, si las hermanas se acercan a sus tareas con el Espíritu, estas no parecerán complicadas, serán capaces de dar una palabra de aliento a un joven o consolar a un bebé, porque esto será parte de sus vidas. Repito que sólo es posible lograr esto con el Espíritu... sin él, será solo una carga dura de llevar".
Cuatro días en Chile bastaron para que la Presidenta General de la Sociedad de Socorro, Hermana Julie Beck, encantara a los chilenos con su simpatía, sencillez y su profunda espiritualidad.La Hermana Beck sostuvo reuniones con líderes locales del Sacerdocio y con hermanas de la Sociedad de Socorro. Además, visitó las ciudades de Concepción y Santiago, acompañada de los miembros de la Presidencia de Área Chile y sus esposas. En Santiago, efectuó una capacitación que fue transmitida desde la Estaca La Reina a todo el país.La hermana Beck se encontraba feliz de estar en nuestro país, ella comentó: "hace tiempo tenía la idea de venir a Chile pero no se por qué. Es un país que está dentro de mis asignaciones, pero antes no había podido venir por temas de agenda, incluso una de mis consejeras lo hizo, y a pesar de eso, de todas maneras quería venir". Aunque nunca había estado en Chile, nos cuenta que conocía bien el trabajo de la Presidencia del Área Chile; por eso, como Presidenta de la Sociedad de Socorro pensé que podía ayudarles algo en su trabajo y vine a fortalecer a las hermanas", comentó sobre los motivos de su viaje.En su reunión con las hermanas de la Sociedad de Socorro, la Presidenta General de la organización recordó que los propósitos de ella, son aumentar la fe y rectitud de las mujeres, fortalecer a la familia y al hogar y servir al Señor y a sus hijos.Entre otros de los asuntos importantes que fueron tratados en esta reunión, la hermana Beck planteó tres importantes desafíos a las hermanas chilenas, relacionados con el logro de estos objetivos: El primero, dijo, es preparar más misioneros, para lo cual llamó a las hermanas a contar con un plan de acción que establezca las metas familiares y las actividades que se desarrollarán para lograrlas. En este punto mencionó la importancia de la oración familiar, la lectura diaria de las escrituras y la asistencia semanal a la Iglesia. "Creo que podemos aumentar nuestra asistencia y el número de misioneros de tiempo completo, sé que las mujeres en Chile se caracterizan por ser miembros muy fieles y sé que toda esa energía puede ayudar a que los chilenos sean un gran ejemplo para la Iglesia a nivel mundial", aseguró.En segundo lugar, se refirió a la importancia de que cada miembro de la Sociedad de Socorro se preocupe por traer de regreso a una hermana que se haya alejado de la Iglesia, trabajando con ella para darle amor e invitarla a volver a Cristo.Finalmente, la Hermana Beck instó a todas las hermanas a obtener una recomendación para el Templo y a utilizarla frecuentemente.Las cosas simplesEn su encuentro con líderes del Sacerdocio y presidentas de la Sociedad de Socorro, la hermana Beck insistió sobre la necesidad de hacer "cosas simples" en los hogares de los miembros de la Iglesia para lograr las metas de las familias.Además, enfatizó la importancia de las madres en la vida de las personas y dio respuesta a una serie de inquietudes relacionadas con el funcionamiento de la Sociedad de Socorro, planteadas de forma interactiva por los asistentes a la capacitación, a quienes llamó a guiarse por la inspiración. "Los insto, además de conocer y aplicar los manuales, a utilizar más las escrituras y la inspiración. Es importante recordar que todos los llamamientos tienen el mismo propósito: somos ayudantes del Padre Celestial para que sus hijos lleguen a la Vida Eterna; a veces estamos muy preocupados de las reglas, pero lo más importante es recordar que la Sociedad de Socorro existe para capacitar y "entrenar" a las madres" comentó.En su contacto directo con hermanas chilenas, la hermana Beck tuvo retroalimentación del desafío planteado y aseguró que las líderes de la Sociedad de Socorro están cada vez más preocupadas de entregar herramientas que apoyen el trabajo diario de las hermanas para el logro de sus desafíos.En cuanto a la forma de cumplir exitosamente con la asignación que planteó a los chilenos, la hermana Julie Beck entregó un consejo especial: "Creo que cada tarea que se nos plantea, si está acompañada del Espíritu Santo, es algo fácil de cumplir. Cualquier asignación sin el Espíritu es una carga. Entonces, el lograrlo depende de cómo las hermanas se aproximan a esta tarea. Por supuesto que no podemos hacer todo lo que tenemos que hacer nosotros solas, cualquier hermana que ve su lista de responsabilidades diarias cuando se levanta por la mañana, se abruma fácilmente. ¿Cómo se logra el éxito entonces? Porque el Señor lo hace posible. De esta manera, si las hermanas se acercan a sus tareas con el Espíritu, estas no parecerán complicadas, serán capaces de dar una palabra de aliento a un joven o consolar a un bebé, porque esto será parte de sus vidas. Repito que sólo es posible lograr esto con el Espíritu... sin él, será solo una carga dura de llevar".
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