NEWSROOM.LDS.ORG - Voluntarios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están trabajando junto a la Marina de Guerra de los Estados Unidos junto a otras organizaciones de bienestar como parte de una misión de entrenamiento médico y humanitario que bendecirá la vida de cientos de personas.
A bordo del buque USNS Comfort, un buque hospital médico de servicio con voluntarios Santos de los Últimos Días están entre las paradas que hará el navío en siete diferentes países en el Caribe, Sudamérica y América Central en una misión llamada La Promesa Continua 2009. En cada parada, el personal y los voluntarios médicos realizan cirugías muy necesarias que van desde la reconstrucción del paladar de hendiduras a la reparación de la catarata.
La Doctora Susan Puls, médico voluntaria coordinadora Santo de los Últimos Días, hizo un llamado a voluntarios para una misión, en apenas dos breves semanas. “Encontrar a los voluntarios fue más fácil de lo que esperé. El Señor sabía en lo que nos embarcaríamos en esta misión importante y se aseguró de que esos voluntarios estuvieran disponibles. Una vez que el Señor lo hizo, él aseguró en un gran de saber que las personas adecuadas estarían allí. Los cupos vacantes se completaron de una manera milagrosa”
La nave permanecerá entre 10 a 12 días en cada uno de sus siete destinos: Haití, República Dominicana, Antigua y Barbuda, Colombia, Panamá, Nicaragua y El Salvador.
Los pacientes que requieren urgente ayuda son llevados en helicóptero a bordo de la nave donde los tratan y permanecen por una corta recuperación. Mientras que los voluntarios adicionales van a la orilla para atender en las clínicas temporales a cerca de 40 pacientes diarios en escuelas y centros de la comunidad. Allí proporcionan una variedad de servicios médicos a los que no pueden de otra manera. Hasta la fecha el personal de la promesa 2009 y los voluntarios han atendido a 56.000 personas y han realizado casi 1000 cirugías. Sobre 90.000 operaciones y procedimientos serán realizados antes del 31 de julio 2009.
De los 650 profesionales a bordo, 50 son voluntarios civiles, un tercio de los cuales son miembros de la Iglesia. Sobre la duración de la misión, los voluntarios van rotando a medida que algunos se van. En resumen, más de 40 voluntarios Santos de los Últimos Días servirán a bordo del Comfort.
Para los Santos de los Últimos Días, el tiempo a borde del Comfort provee una oportunidad de trabajar con otras organizaciones humanitarias y con los ministerios de salud de los países visitados. Los misioneros de tiempo completo de la Iglesia desempeñan servicios en las naciones visitadas por el Comfort actúan como interpretes y logística coordinando la ayuda. En la República Dominicana solamente 25 misionaros de tiempo completo proporcionaron la traducción para los médicos facultativos en las clínicas en tierra.
Muchos voluntarios encontraron su interacción a medida que examinaban a los pacientes y estos demostraban humildad. Janette Lewis, una enfermera autorizada, se consideró afortunada estar entre las enfermeras que prestó ayuda a Andrés, un muchacho del lugar de 10 años que había venido a bordo para una revisión de cirugía. A la edad de 4 años él y sus dos hermanos más pequeños sufrieron quemaduras graves en una explosión en una estación de gasolina. La familia intentó cuidar a los muchachos pero no podía, buscando ayuda por sí mismo en las calles, ahora están en manos del cuidado del Estado. - Lewis señaló:”A pesar de las vidas horribles que han vivido estos muchachos, usted no podría encontrar niños más felices. Sonríen, los abrazo, bezos, diversión, calor y amor, vienen constantemente de estos niños, han robado el corazón de cada uno de los que están a bordo”
A bordo del Comfort, el equipo médico de Andrés fue notable en aceptar el quitar el tejido fino masivo de la cicatriz y después restituirlo por los nuevos injertos sanos de piel.
Momentos antes de la operación, Janette fue asignada para ser su enfermera nuevamente. Ella señaló – “Cuando entré a la sala Andrés corrió hacia mí, me dio un gran abrazo y me agradecía por lo hecho. Me tocó mucho el ser parte del proceso de este milagro fue maravilloso. Esto es por lo que vinimos aquí”.
El Capellán David Oravec, dijo –“Tengo la maravillosa perspectiva de poder mirar a la gente conducirse por su fe, haciendo cosas buenas para otras personas”
Además de coordinar a los voluntarios, la Iglesia ha donado casi 250 plataformas de ayuda humanitaria, incluyendo recursos médicos, vitaminas, kits de higiene, kits para recién nacidos y para las escuelas, ayudas para orfanatos, juguetes, kits de primeros auxilios y mantas. Estas ayudas se han donado a las varias organizaciones a través de los países que participaron.
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