NOTICIAS DE HONDURAS PANDILLEROS MATARON A JOVENCITA QUEMARON SU CUERPO Y LE SACARON LOS OJOS (From. la Tribuna)

Domingo 17 Mayo 2009

Santa Ana Sarmiento Madrid CHOLOMA, Cortes.- Una agraciada jovencita, fue víctima de un rito satánico, cuando varios pandilleros descuartizaron y quemaron el cuerpo de una menor de edad, dedicada a las actividades de la iglesia de “Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (“Mormona”). La víctima de 17 años de edad, cuyo nombre se omite por razones obvias, fue encontrada sin vida la mañana del viernes anterior, dos días después que había desaparecido, a pocas cuadras de su casa en la colonia Valle de Sula, en el peligroso sector de la “López Arellano”, de Choloma, Cortés, cuando se dirigía a su primer día de trabajo, como contadora en una maquila. La jovencita, el año pasado había obtenido su título de perito y contador público, pero en horas de la noche recibía cursos de contaduría, inglés y computación en una escuela de la misma congregación a la que pertenecía, pero en San Pedro Sula. Luís Gerardo Amador, obispo de la iglesia de Choloma, donde asistía la ahora occisa, calificó a la menor como una persona “limpia, pura que no tenía ninguna maldad en su corazón”. Para Amador, quien en compañía de amigos y familiares estuvo ayer en Medicina Forense, para reclamar sus restos, su muerte es producto de algún “rito satánico”, porque las personas que acabaron con su vida, sabían que era una persona totalmente dedicada a Dios y “pura”. Por las características en que fue encontrada, al obispo no le cabe la menor duda que fue una obra para venerar al “maligno”, ya que a pesar de haber recibido un disparo en la cabeza, la desmembraron, le sacaron los ojos y la quemaron, luego regaron sus partes en unos 20 metros de distancia uno del otro, en la aldea de La Jugosa de Choloma. Los familiares, amigos y hermanos de la iglesia, no salían del asombro por la saña que fue ultimada la menor. La hermana Ariel Sarmiento, hizo el reconocimiento de la ropa de la fallecida, la cual fue identificada plenamente, así como por el esmalte que tenía en sus manos y pies, ya que no le encontraron sus documentos personales, ni el celular. El rostro del cadáver estaba desfigurado y quemado, por lo que estaba irreconocible, pero para estar plenamente seguros que se trata de la misma persona, en Medicina Forense comunicaron a los parientes que le practicarían el examen de ADN. Sarmiento recordó, que en la misma casa viven varias hermanas, pero que todas salen en las primeras horas del día, mientras que la jovencita era la última, por lo que no vieron lo que ocurrió, sino que los vecinos les informaron, que cuando esperaba el bus, fue raptada por “mareros” que la subieron a un turismo. Sobre el desaparecimiento de la muchacha se dieron cuenta hasta en la noche, ya que pensaban que estaba en el trabajo, pero al no asistir a sus acostumbradas clases nocturnas, decidieron llamarla a su celular, pero éste se encontraba apagado. Lamentaron que no les dieron importancia en la policía, donde primero les explicaron que era muy prematuro poner la denuncia del desaparecimiento, ya que la menor podría estar en el cine o con algunas amigas; al siguiente día que pidieron ayuda para buscarla, un agente les dijo que “se habían tardado mucho tiempo”, criticó el obispo. Los restos de la infortunada quedarán en la morgue, hasta que finalicen los exámenes de ADN y no haya duda de su identidad.