Por H. Wallace Goddard.Traducido por Luis Juarez.
Los humanos tendemos a etiquetar. Cuando conocemos a una nueva persona, de inmediato (y la mayoría de las veces inconscientemente) comenzamos a clasificar en alguna categoría a esa persona: Con educación o no? Religioso o no?. Agradable a no?. Atractiva o no? Decente o no?. Elocuente o no?. Tu manera de etiquetar a la gente puede ser diferente a la mía, pero parece que todas las personas etiquetan a la gente de acuerdo con los criterios que ellos consideran importantes.
A menudo Jesús fue criticado por no utilizar los filtros adecuados: “He aquí un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores” (Mateo 11:19, énfasis agregado). ¿Él no tenía normas? Simón el Fariseo estaba seguro que Su habilidad [de Jesus] para discernir a sus seguidores le restaba credibilidad como profeta (Lucas 7:39). Jesús fue amable y dio mucha ayuda a los adúlteros, cobradores de impuestos, los ciegos y leprosos. La pregunta aquí seria por que el más Santo entre nosotros no tenía tanta exigencia.
Un Turbulento Segundo Grado
Hace algún tiempo una madre me pidió mi consejo acerca de su hija que cursaba el segundo grado, ella repetidamente tenía problemas en la escuela por mentir y no cooperar con sus compañeros de clase. Era un escenario repetitivo, ella rompía una norma, y cuando se le confrontaba, mentía y tenía problemas con su maestro, luego con el asesor, después con el subdirector hasta que llegaba con el director. Y al llegar a casa tenía problemas con su mama. Después de dos años así, la mama estaba fastidiada, ella me dijo que había recurrido constantemente con los especialistas de la escuela y que ellos no habían encontrado la forma de ayudar a esta chica mentirosa.
No hay nada más dañino para destruir la confianza con mayor rapidez que la mentira. Es insultante y condescendiente. Los delicados lazos que existen en la unión familiar son particularmente desbastados por la deshonestidad.
Cuando la madre me contó que había buscado ayuda y respuestas durante dos años sin ningún resultado, debí haber entrado en pánico, pero el espíritu del Señor me susurro que la respuesta era tan obvia que nadie la veía, las personas dan tumbos en la oscuridad en pleno medio día. Le aconseje a la madre que su hija buscaba más que nada ser amada, apreciada y sentirse segura; Ella no es muy hábil en ganarse la confianza, luego se mete en problemas y entra en pánico y cuenta una historia para salir de problemas, luego los adultos se indignan “como puedes mentir? A caso crees que soy estúpido para creerte” y ella se siente desolada y desesperada y ella cuenta otra historia a fin de ganarse la confianza que desesperadamente ansia.
Una de las grandes sorpresas en nuestra experiencia como padres adoptivos, es que muchos de nuestros hijos adoptivos definen la verdad como el conjunto de declaraciones que los mantendrá fuera de problemas. Al principio estábamos indignados, pero con el tiempo hemos aprendido a apreciar este tipo de experiencias
¿Qué tipo de persona era ella, que tenía un problema crónico de mentir? Cuando visitamos su casa la niña emocionada nos presento a su hermano Gerbils. Ella quería ser útil, nos hablo con emoción de los libros que estaba leyendo, ella quería ganar la amistad y confianza de la gente. La buena noticia es que seguía tratando de ganarse la confianza de las personas a su alrededor. Ella tenía mucho valor para haber tenido tantos problemas en esa época.
Debo ignorar que ella miente
Siguiendo con el problema, la madre pregunto, ¿debo ignorar que ella miente?, he intentado todo. Incluso la promesa de que si nos dice la verdad no habrá problema. ¿Qué puedo hacer? Ella lloro.
Nosotros pudimos hablarle acerca de la realidad del desarrollo que la claridad sobre el tema “realidad objetiva” es un desarrollo de aptitudes para el niño. Pudimos haberle hablado de que la gente crea realidades para protegerse de las de cosas insoportables, pero esas son ideas que no ofrecen orientación sobre la manera de tratar inmediatamente a una niña que miente.
Sugerí que cuando su hija le cuente una historia, no debemos darle mucha importancia a que es una mentira, ni debemos aceptar la historia como verdadera, podemos reconocerlo como un cuento,” Guau, es una gran historia, estoy seguro que tu desearías que fuera así para que no se enojaran contigo, tu y yo desearemos que fuera cierto”. De esa manera la vida es más agradable. No debe haber rastros de ironía, sarcasmo o acusación, si bien no hay duda en nuestra mente que la historia es un invento, esto no es un signo de enfermedad en el niño. La primera tarea es no hacer daño.
La segunda tarea (y tal vez la más difícil) es entender lo que la historia del niño significa para él. No podremos ayudar al niño si lo etiquetamos como malo. Para el niño, los cuentos pueden ser un intento de crear una armonía de su comportamiento con su fantasía.
La narración de historias puede ser una habilidad útil, pueden invitarla a decir la historia que el director experimento, el maestro experimento, que el estudiante equivocado experimento. La creatividad debe ser abrigada y debe ser alimentada- al mismo tiempo que la búsqueda de la verdad se cultiva.
Pero no podemos ayudar si no tenemos amor. No tenemos derecho a corregir a nadie que no apreciemos. ¿Estamos dispuestos nosotros a recordar las historias que contamos cuando éramos niños? ¿Hemos mantenido suficiente de nuestra humanidad viva para saber por qué un niño recurre a la distorsión de la realidad?¿somos lo suficientemente cristianos para mirar a un niño con compasión? Tal como en última instancia seremos juzgados por el gran Sumo Sacerdote quién es tocado por el sentimiento de nuestras enfermedades (Hebreos 4:16), entonces nuestros niños deberían ser dirigidos por los adultos que tienen la compasión sobre los desafíos en sus vidas.
Comprenderemos mejor la conducta del niño cuando nos fijamos que hay detrás de sus acciones. Normalmente actuamos como si el problema fuera lo que hizo, “yo me pregunto si puedo actuar con indiferencia para todos los derechos y necesidades y todavía lograr evitar la responsabilidad”. Yo no pienso que esa era la pregunta que la niña estaba haciendo. ¿Pienso lo que la niña gritaba con desesperación alguien me puede comprender y querer?. Quiero ser un niño bueno, pero sigo haciendo cosas tontas y mintiéndome en problemas. Estoy confundido. ¿Alguien puede ver más allá de mis errores, a un niño asustado que quiere ser querido y enseñado?
Esperanza para el entendimiento humano
El psicólogo, Roy Baumeister ha estudiado la tendencia humana a cultivar lo que él llama “el Mito de la maldad pura”. Nosotros nos imaginamos que personas que hacen cosas malas lo hacen con gusto, sin pena, y sin consideración por otros, por supuesto desde el principio de los tiempo, las personas en el otro lado de ese juicio miran hacia atrás por ese mismo lente sucio y nos ven como los primeros ofensores. El ciclo de recriminación nunca termina. No hay esperanza para la comprensión del ser humano. No hay esperanza para la paz
No hay esperanza “Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo espíritu”,(Mosiah 19:3)
La única esperanza para terminar con milenios de malentendidos es permitir la intervención divina para eliminar el juzgar y la etiquetas que nos dividen.
Sugerí a la madre que ella podía asegurarse de que los problemas en la escuela no causaran un eclipse total en la vida de la niña. La mama podría recordar su más fino pensamiento de cuando fue niña, para estar preparada para abrasarla, abrigar y jugar con esta agobiada niña. Esta niña esta rogando tener amor, pero lo que hace le garantizara juicio, acusación, y el castigo. Como adultos tenemos que romper el ciclo, y quitar nuestras respuestas automáticas y contestar la suplica de esta niña con el bálsamo celestial. Y a lo largo de su camino le enseñamos a usar sus habilidades para hacer frente a las situaciones que la agobian.
Aprendemos cuando somos amados
Los seres humanos no aprendemos hasta que somos amados , esta es una verdad para el alumno de segundo grado así como para el octogenario. Antes de irnos de la casa, presenciamos a esa niña leyéndole una historia a su mama que ella había escrito y había ilustrado. Era asombroso, esta niña escribió inteligentemente, leyó hermosamente, e ilustro maravillosamente. Ella era feliz en este pequeño ámbito donde todavía puede tener éxito. En esa isla de aptitud ella debe ser cobijada y ampliada por ayuda adulta.
Casualmente, hago notar que cada historia contiene múltiples perspectivas. Hay más que la mentira que podría ayudarnos “a clasificar” a aquella niña. Cuándo ella tenía dos años, ella estaba en casa con su madre que había vuelto de una cita con el dentista con un dolor de cabeza. Mientras ella jugaba, su madre, que tenía una enfermedad crónica, murió de una reacción alérgica al anestésico dental. Cuándo Padre llamó a la casa, la niña que tuvo que decir, “Papá, no puedo despertar a Mami
Después de que su madre se muriera, la niña se fue a vivir con su abuela porque su papa trabajaba muchas horas y siempre estaba de viaje. Entonces la Abuelita se murió. Y el Padre se volvió a casar. Además de una hermana mayor , esa niña ahora tuvo a dos hermanos mayores de paso se encontró que por lo general ella era un fastidio. Esa es una gran historia para una niña de seis años . Es una vida muy pesada para alguien tan pequeño
Desconozco como la historia de su vida la hizo tan necesitada de amor que cuenta historias para no decepcionar a la gente, pero apenas tenemos que estar sorprendidos. Que esas necesidades que ella tiene deben ser de un análisis cuidadoso y paciente compasión. No hay un gran libro o un sistema que ayude a esta niña a dejar de mentir, pero el amor es una gran cura el amor nos pone en libertad para crecer es por eso que el gran Medico dio una nueva prescripción para curar las enfermedades universales de la mortalidad:
Un nuevo mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
En esto conocerán que soy mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros (Juan 13:34-35)
El hombre natural responderá (y espero algunos e-mail corrigiéndome) ¿“lo que hemos hecho es ignorar el bien y el mal?” ¿ Lo que hemos hecho es tener un gran amor-fest y fallamos en enseñar la rectitud?
Nop. Estoy diciendo que justo empieza con mi actitud No debo entrar a corregir hasta que tenga mi sistema de guía en orden..” Cuando me haya llenado mi alma con el amor y la compasión, entonces puedo decir alguna inspirada combinación de verdades esperanzadoras: “¡Oh querida! Debe ser tan doloroso estar en tantos problemas. Sé cuánto quieres tener amigos y ser buena “.. Alguna parte de mi mensaje probablemente se expresó en forma de lágrimas de compasión. “nosotros sólo podemos curar cuando amamos en lugar de herir. Cuando estamos llenos de amor para los niños, podemos invitarlos a ser responsables. “¿Qué aprendiste de las actuales experiencias dolorosas? ¿Cómo puedo ayudarte a hacer mejor?”
La tendencia humana es a reaccionar contra la gente con corrección y reforzar el único problema de este método es que no funciona el Padre a pedido que nosotros invirtamos aquel régimen común. nunca podremos corregir apropiadamente si no estamos llenos del espíritu santo, sentir amor y respeto por aquellos que esperan nuestra ayuda, cuando el espíritu santo nos llene, descubriremos que esa niña está en la misma grande categoría que estamos todos nosotros en: la categoría de los seres humanos imperfectos que estamos en lucha, ella al igual que nosotros necesita que las personas encuentren un modo de bendecir en vez de juzgar, podemos sentirnos agradecidos que el Padre Divino allá echo eso justamente por nosotros. De hecho lo amamos por que El primero nos amo.(1 Juan 4:19)
En la última conferencia General el Elder Holland invito a enfocarnos:”….. Podemos ayudar a otros pidiendo bendiciones para ellos, como ellos realizan suplicas por nosotros. Podemos animar cada talento y capacidad, donde quiera que sean concedidos, haciendo de esta vida lo más cercana de lo que será en el cielo”.
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El autor, H. Wallace Goddard es hijo, esposo, padre y un abuelo. Él trabaja como Especialista de la Vida Familiar de la Universidad Servicio de Extensión de Arkansas en Little Rock y ha escrito varios libros y programas como El aterrador y Alegre Viaje de la Vida Familiar (Bookcraft) y Principios de la Maternidad (Sistema de Extensión Cooperativa de Alabama). Afirma ser la prueba viviente de que una persona que hace un montón de errores pueden ser bendecidos con la alegría más allá de cualquier merecen.
Articulo original: http://www.meridianmagazine.com/myth/020529bless.html
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