jueves, 28 de mayo de 2009

CONOCIENDO A NUESTRAS AUTORIDADES primera parte "La vida y fe de Henry B. Eyring"




Traducción

Lo siguiente es una producción es de I-comm Studio Media de la Universidad de Brigham Young Idaho.

TITULO

El científico mormón

La vida y fe de Henry B. Eyring

El niño en la frontera, famoso científico

Un niño nació de Edward y Karoline Edwar Eyring 1901 en las colonias del Norte de México, el niño llamado Henry, creció entre caballos, cuando su prospera familia fue sacada de México debido a la revolución, Henry pareció conducido a una vida de trabajo arduo en la granja, afortunadamente sus padres habían desarrollado en él un amor por el aprendizaje y una ética de trabajo duro.

Se graduó de la Academia Ila y luego fue a la Universidad de Arizona.

Para el tiempo en que tenia 30 ya tenía un doctorado en de la Universidad de California y un reconocimiento Internacional como un científico teórico y se convirtió en uno de los científicos más conocidos del siglo XX.

Más de un cuarto de siglo después de su muerte, los descubrimientos del doctor Eyring continúan iluminando las fronteras del descubrimiento científico.

Podríamos ir a mi oficina y podría mostrarles textos modernos que han sido publicados en los últimos 3 o 4 años que aun hacen referencia a su trabajo.

Hay muchos químicos durante el último siglo que han hecho muchas grandes cosas en sus días, pero que sus logros no se les cita en los textos modernos tanto como se hace con su trabajo.

Aunque a Henry se le nomino en varias ocasiones para el premio Nobel, nunca lo gano, aun así el tiempo ha marcado la verdad de sus contribuciones científicas.

Si juntáramos en un cuarto a 100 científicos. Les podría garantizar que 90 de ellos sabrían quien fue él. 50 sabrían porque saben quién es él. Y 100 de 100 sabrían cual fue su mayor logro que es la teoría de los coeficientes de una reacción.

Si tomara a ese mismo grupo de 100 científicos y les preguntara quien gano el premio Nobel de química este año, les apuesto que tal vez 3 sabrían quien fue. Yo no lo sabría.

Un amigo de su vida y compañero y administrador de la Universidad de Utah Neal A. Maxwell a menudo hablo del valor de tener a un científico de tanto renombre en la Universidad.

En una oportunidad él bromeo conmigo de que la Iglesia debería de enviar una factura a la Universidad de Utah por 1 millón de dólares ya que como habrían logrado llevar a Henry Eyring a la Universidad de Utah de no haber sido por el afecto que le tenía a la Iglesia

TITULO

La ciencia y la fe

Henry Eyring no solo era conocido por sus logros científicos sino por ser un extraordinario miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Por más de 20 años sirvió entre la mesa directiva de Escuela Dominical General, también era único en sus discurso de que la ciencia era amiga de la fe.

Esa convicción se la enseño su padre Ed, un humilde granjero.

La conversación que tuvieron antes de que Henry saliera para la Universidad de Arizona que fue dramatizada en el filme de New Era de lo 60´s en una película titulada “La búsqueda de la verdad”

Filme

Hijo, así que te vas a Tucson a estudiar ciencia.

Es eso lo que quieres no?

Así es papá!

Yo no sé mucho acerca de la ciencia hijo, pero sé un tanto de otras cosas, yo se que el Señor le hablo al profeta y de que el evangelio es verdadero. Sé que nuestro evangelio es verdadero sin importar su procedencia.

Al hablar con otros científicos prominentes, Henry se convirtió en el vocero no oficial de la Iglesia sobre la compatibilidad entre la ciencia y la religión.

Igualmente el doctor Henry Eyring, Decano de la facultad de de la Universidad de Utah y recientemente electo como presidente de la comunidad científico-química nacional dice:

No hay duda en mi mente de que Dios vive, no he tenido dificultades serias en conciliar las verdades de la ciencia con las verdades de la religión, más aun Dios esta aun con nosotros y desea que busquemos la verdad, estoy agradecido de pertenecer a una Iglesia que sus doctrinas pueden ser sujetas a cualquier prueba.

Las declaraciones de Henry suenan familiares hoy, pero para algunos en los 50´s los avances en la ciencia parecían espiritualmente peligrosos.

En una ocasión el primo de su esposa, el Elder Adam S. Beniom, miembro del quórum de los doce apóstoles, le pidió a Henry hacer un resumen de su punto de vista del aparente conflicto entre las declaraciones de la biblia y de las declaraciones científicas en relación a la creación de la Tierra y del hombre, el Elder Eyring le mando una carta al Elder Beniom.

Antes de enviarle la carta, le pidió a uno de sus tres hijos Presidente Henry B. Eyring para que la revisara.

Y lo que fue interesante es que me encontraba allí siendo únicamente un bachiller por lo que era, como decirlo, no un erudito. Él me dejo leer lo que envió y me dijo “Quiero que leas esto” y que mires si te suena. Así que aquí estaba un gran científico sumo sacerdote santo de los últimos días, preguntándole a su hijo. Bueno ustedes saben. Tú sabrás si esto está bien. Así que, lo leí, me pareció bien y él no sabía que esa carta sería llevada a una reunión de los doce. Justo en el tiempo en que el presidente Joseph Fielding Smith había leído el libro “El hombre, su origen y destino” el cual era muy negativo hacia las cosas que papá había dicho de que eran las mejores evidencias científicamente de que era cierto. Así que invito a papá a la reunión, y cuando papá regreso de la entrevista yo me imagino de que tuvo que haber sido una reunión confrontativa. Él dijo fue una maravillosa, maravillosa conversación. Él dijo, él dijo, que casi al final el presidente Joseph Fielding Smith dijo “bueno Henry debemos de reunirnos otra vez pero cuando no estés tan emocionado”. Así que tu sabes, tuvieron un interesante intercambio y yo pensé, Mi padre está en problemas, para siempre con los hermanos, en eso el teléfono sonó y una voz se escucho que dijo: Hola, este es David Mckay, esta tu padre? Por otro lado he aprendido ahora que es muy raro que el presidente de la Iglesia haga la llamada, pero obviamente fue él el que marco el numero de papá y yo me quede pensando, “Ahora sé que definitivamente tenemos un problema” y resulto de que el pres. Mckay había llamado a papá a representar a la Iglesia en la Universidad de Oklahoma como el miembros santo de los últimos días que los representaría en una reunión de ciencia y religión. Así que era la forma en que el presidente Mckay le dijo que estaba preparado, queremos que tú seas nuestro representante.

Una de las preguntas seria, tu sabes, por qué los hermanos no estaría preocupados por él?. Ellos no estaban preocupados porque sabían que él era absolutamente fiel a ellos. Ellos sabían que él estaba de su lado. 100% Así que si tu vas a reunirte con alguien y le dices y le dices: pensamos que tu no deberías hablar en las clases de Instituto mucho sobre la edad de la Tierra o de la evolución, deja eso por otro lado, no hables de cosas en este ambiente cuando se hablara de ello en las clases de ciencia al otro lado de la calle y que podrían escuchar cosas que les distraiga, déjalo por otro lado.

El mensaje optimista de Henry de la compatibilidad entre ciencia y fe finalmente resonó por toda la Iglesia a los finales de los 60´s más de 150,000 copias de su libro “La fe de un científico” fueron distribuidos, mucho de ellos fueron leídos por miembros colegas. Esa generación tomo confianza en la proposición de que “Esta Iglesia no requiere que se crea nada que no sea cierto”

Henry también compartió su mensaje de fe con sus colegas científicos, se le conoció entre ellos como el científico mormón.

Nada podía detenerlo, era fascinante, si estaba hablando con alguien, quería saber sobre su genealogía, eso era el cimiento con lo que empezaría. Una vez sabia de donde venia la persona y de donde provenían sus ancestros entonces amaba el hablar de la Iglesia.

Yo me pongo lloroso de la misma forma en que él se ponía lloroso contando esa historia, pero lo que quiero decir es que era excitante como compartía el evangelio, realmente lo creía.

Mi padre era de esa forma, era un científico, le gustaba las audiencias de todo el mundo. Una vez leí in discurso que le había dado a una gran convención de científicos, en el se refería a la creación y del creador, al hablar a los científicos, yo sabía que muy pocos de esa audiencia compartirían su fe, así que le dije a él con duda y admiración ¿papá tu compartiste tu testimonio? Me miro con sorpresa en su rostro y me dijo ¿Lo hice? Ni siquiera se había percatado de que estaba siendo valiente, él simplemente compartió lo que sabía era verdad, cuando compartía su testimonio aun cuando sabia que lo rechazarían, no venia apropósito sino porque era parte de él, él era lo que era no importando donde estaba.

TITULO

Trabajador Duro

La fundación de la contribución de Henry tanto para la ciencia como para la fe fue su trabajo duro

Él, estaba PULIENDO mesas para obtener dinero en la Universidad y en los veranos recuerdo que él fue al norte de Arizona, él fue a trabajar en un ¿¿¿SMELDER??? Así tendría algo de dinero, pero el enviaba a mi padre, en realidad la granja estaba a punto de irse a la quiebra o estaban con miedo de que así fuese, y Henry mandaba todo el dinero que podía por todo un año. Yo no sé, no hay duda acerca de cómo le enviaba dinero a madre 5 dólares, eso era una gran cantidad de dinero en esos días. Y eran 5 dólares.

Él era una persona que llegaba a trabajar a las 8 de la mañana, se iba a casa para almorzar, y en sus últimos años le gustaba ir y regresar a casa caminando y luego regresaba a trabajar hasta tarde en la noche. Y cuando llegaba a casa trabaja en casa enfrente del televisor, de la radio o de lo que le rodeara. El era asombroso, era adicto al trabajo. El tenía una ética en el trabajo que parece que toda la familia comparte hasta cierto punto. Él lo aplicaba en la química pero todos son trabajadores duros. Cuando piensas en su pasado y ver cómo le toco trabajar en una granja en el sur de Arizona, deberían de ir allí alguna vez para darse cuenta lo difícil que era.

Papá era un trabajador duro. Y siempre me decía: hijo no puedes hacer nada sin el trabajo duro. El solía decir que debías trabajar hasta que sientas que los oídos te zumben, y al darme cuenta que me hago viejo me doy cuenta que mis oídos me zumban, así que siento que finalmente he llegado a ese punto.

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